* compartiendo electrones: En los enlaces covalentes, los átomos comparten electrones en lugar de transferirlos como en enlaces iónicos. Este intercambio crea una distribución equilibrada de electrones entre los átomos involucrados.
* Compartir igual (enlaces no polares): Cuando dos átomos del mismo elemento se unen, comparten electrones por igual. Esto da como resultado un enlace covalente no polar, donde la densidad de electrones se distribuye de manera uniforme, lo que no resulta en una carga general.
* Compartir desigual (enlaces polares): Incluso cuando los átomos de diferentes elementos comparten electrones, el intercambio a menudo es desigual. Esto crea un enlace covalente polar, donde un átomo tiene una carga ligeramente negativa y el otro tiene una carga ligeramente positiva. Sin embargo, la molécula general sigue siendo neutral porque las cargas están equilibradas dentro de la molécula.
Ejemplo:
* agua (h₂o): El átomo de oxígeno en el agua es más electronegativo que los átomos de hidrógeno. Esto significa que el átomo de oxígeno atrae a los electrones compartidos con más fuerza, lo que lo hace ligeramente negativo (δ-) y los átomos de hidrógeno ligeramente positivos (δ+). Sin embargo, la molécula en su conjunto es neutral porque las cargas positivas y negativas se cancelan entre sí.
Excepciones:
Si bien la mayoría de las moléculas covalentes son neutrales, hay algunas excepciones:
* iones poliatómicos: Las moléculas como el amonio (NH₄⁺) e hidróxido (OH⁻) tienen una carga neta debido a la presencia de electrones adicionales o menos. Estas moléculas se consideran iones poliatómicos.
* Radicales cargados: Algunas moléculas covalentes pueden existir con un electrón no apareado, lo que las convierte en radicales con una carga neta. Por ejemplo, el radical superóxido (O₂⁻).
En general, sin embargo, el intercambio de electrones en enlaces covalentes conduce a una carga general neutral para la molécula.