* Conducción de calor: El metal es un excelente conductor de calor. Esto permite que el calor de la estufa u horno se transfiera de manera rápida y uniforme a la comida dentro de la cacerola.
* Distribución de calor: La base de metal ayuda a distribuir el calor uniformemente en el fondo de la cacerola, evitando los puntos calientes y garantizando incluso cocinar.
* Durabilidad: El metal es fuerte y duradero, capaz de soportar el calor y el desgaste del uso regular.
* Facilidad de limpieza: El metal es fácil de limpiar y desinfectar, por lo que es una opción higiénica para los utensilios de cocina.
metales específicos utilizados:
* Acero inoxidable: Popular por su durabilidad, conductividad del calor y facilidad de limpieza.
* Aluminio: Ligero, se calienta rápidamente y es asequible.
* cobre: Excelente conductor de calor, pero más caro y requiere un mantenimiento cuidadoso.
* hierro fundido: Durable, conserva bien el calor y se puede sazonar para crear una superficie antiadherente.
La elección del metal para la base de una cacerola depende de las propiedades, el presupuesto y el estilo de cocción deseados.