* Configuración de electrones: Los metales alcalinos tienen un electrón de valencia en su carcasa más externa, lo que los hace ansiosos por perder ese electrón para lograr una configuración de gas noble estable. Los metales de la Tierra alcalina tienen dos electrones de valencia.
* Energía de ionización: Los metales alcalinos tienen energías de ionización más bajas que los metales de la Tierra alcalina. Esto significa que se necesita menos energía para eliminar un electrón de un átomo de metal alcalino, lo que hace que sean más propensos a participar en reacciones.
* Electropositividad: Los metales alcalinos son más electropositivos (lo que significa que tienden a perder electrones) que los metales de la Tierra alcalina.
En resumen: Los metales alcalinos son más reactivos porque son más fáciles de ionizar y perder fácilmente su único electrón de valencia para formar cationes estables.
Ejemplo:
El sodio (NA), un metal alcalino, reacciona vigorosamente con agua, produciendo gas de hidrógeno e hidróxido de sodio. El calcio (CA), un metal de tierra alcalino, reacciona con agua pero a una velocidad más lenta.