* Toxicidad: El berilio es altamente tóxico, incluso en pequeñas cantidades. El manejo y el trabajo con él requiere medidas de seguridad estrictas, lo que lo hace poco práctico para la producción de relojes a gran escala.
* Corrosión: El berilio es propenso a la corrosión, especialmente en ambientes húmedos. Esto lo haría inadecuado para el uso a largo plazo en los relojes.
* Costo: El berilio es un metal relativamente caro, lo que lo hace menos rentable que otros materiales comúnmente utilizados en los relojes.
Alternativas:
* Titanium: Este es un metal ligero, fuerte y resistente a la corrosión que a menudo se usa en relojes de alta gama.
* Acero inoxidable: Este es un metal duradero, asequible y ampliamente disponible que se usa comúnmente en la relojería.
* Aluminio: Este es un metal resistente a la luz y la corrosión que a menudo se usa en los relojes deportivos.
Por lo tanto, si bien el berilio puede tener algunas propiedades deseables para la relojería, su toxicidad, corrosión y costo lo convierten en una elección poco práctica.