En un tubo de rayos catódicos, las cargas positivas que equilibran las cargas negativas de los rayos catódicos se encuentran en el ánodo. El ánodo es un electrodo cargado positivamente colocado en el extremo opuesto del tubo al cátodo. Las cargas positivas del ánodo atraen los rayos catódicos cargados negativamente, lo que hace que se aceleren a través del tubo y golpeen la pantalla fluorescente en el otro extremo.
Las cargas positivas en el ánodo generalmente se crean conectando el ánodo a una fuente de alimentación de alto voltaje. Esto hace que los electrones sean arrancados de los átomos del material del ánodo, creando iones cargados positivamente. Luego, los iones positivos son atraídos por las cargas negativas del cátodo, completando el circuito y permitiendo que fluyan los rayos catódicos.
En resumen, cuando el cátodo de un tubo de rayos catódicos emite rayos catódicos (cargas negativas), se crean cargas positivas (iones) en el ánodo para equilibrar las cargas y mantener la neutralidad general del sistema.