El aire es menos denso que el agua porque las moléculas de aire están más dispersas que las de agua. Esto se debe a que las moléculas de aire no se atraen entre sí con tanta fuerza como las moléculas de agua. La atracción más débil entre las moléculas de aire les permite moverse más libremente, lo que aumenta el volumen de aire que ocupan.
Por el contrario, las moléculas de agua se atraen fuertemente entre sí, lo que las mantiene muy juntas. Esto da como resultado un volumen menor de agua para la misma masa, lo que hace que el agua sea más densa que el aire.