Los sólidos no tienen una capacidad calorífica única y específica. La capacidad calorífica de una sustancia es la cantidad de calor necesaria para elevar la temperatura de una masa determinada de esa sustancia en un grado Celsius. Depende de varios factores, incluida la composición, la temperatura y la presión del material. Por lo tanto, diferentes sólidos pueden tener diferentes capacidades caloríficas y la capacidad calorífica de un sólido particular puede variar en diferentes condiciones.