El principal gas que los humanos y los animales respiran del aire es el oxígeno (O2). El oxígeno constituye aproximadamente el 21% de la atmósfera terrestre y es esencial para la respiración celular, el proceso mediante el cual las células generan energía a partir de la glucosa. Cuando inhalamos, el oxígeno del aire ingresa a nuestros pulmones y es transportado a nuestras células a través del torrente sanguíneo.