La respiración es un proceso fisiológico que implica la inhalación y exhalación de aire. Físicamente, la respiración produce la expansión y contracción de los pulmones a medida que el aire entra y sale. Este cambio físico altera el volumen y la presión de la cavidad torácica y los pulmones. Químicamente, la respiración implica el intercambio de gases entre el aire y los pulmones. Durante la inhalación, el oxígeno se toma del aire y se transporta a las células de todo el cuerpo, mientras que el dióxido de carbono, un producto de desecho de la respiración celular, se libera de los pulmones durante la exhalación. Por tanto, la respiración es una combinación de cambios físicos (expansión y contracción de los pulmones) y cambios químicos (intercambio de gases).