La vitamina C actúa como agente reductor y dona electrones a las moléculas de yodo, convirtiéndolas de yodo oxidado (I2) en iones de yoduro reducidos (I-).
A medida que avanza la reacción, la concentración de vitamina C en la solución disminuye y hay menos agentes reductores disponibles para reaccionar con el yodo. Finalmente, se consume toda la vitamina C y la reacción se detiene.