1. Combustible: Se considera combustible cualquier sustancia que pueda quemarse y liberar energía. Los combustibles comunes incluyen madera, papel, gasolina y gas natural.
2. Oxígeno: El fuego necesita oxígeno para mantenerse. El oxígeno está presente en el aire que respiramos, pero también puede provenir de otras fuentes, como tanques de oxígeno o reacciones químicas.
3. Calor: El calor es la energía necesaria para elevar la temperatura del combustible hasta su temperatura de ignición, el punto en el que comenzará a arder. El calor puede provenir de diversas fuentes, como una chispa, una llama o la fricción.
Cuando estos tres elementos están presentes y combinados en las proporciones adecuadas, se produce una reacción química llamada combustión, que da como resultado el fuego.