-Un tanque de dióxido de carbono
-Un regulador de presión
-Una válvula de expansión
-Una prensa de hielo seco
-Gafas de seguridad
-Guantes
Instrucciones:
1. Póngase gafas y guantes de seguridad.
2. Conecte el tanque de dióxido de carbono al regulador de presión.
3. Ajuste el regulador de presión a la presión deseada (normalmente alrededor de 800 psi).
4. Conecte el regulador de presión a la válvula de expansión.
5. Abra la válvula de expansión.
6. El dióxido de carbono se expandirá y se convertirá en hielo seco.
7. Recoja el hielo seco en la prensa de hielo seco.
8. Deje reposar el hielo seco durante unos minutos para que se solidifique.
9. Transfiera el hielo seco a un congelador.
El hielo seco es extremadamente frío (-109,3 grados Fahrenheit), por lo que es importante tomar precauciones al manipularlo. Asegúrese de usar guantes y gafas protectoras y evite tocar el hielo seco con las manos desnudas. Además, almacene el hielo seco en un área bien ventilada y alejada de materiales inflamables.