1. Utilice un filtro de agua:
- Invierta en un sistema de filtrado de agua, idealmente un filtro de ósmosis inversa (RO) o de carbón activado, que pueda eliminar eficazmente una amplia gama de contaminantes, incluidos los químicos permanentes y el arsénico.
- Cambie periódicamente el filtro según las recomendaciones del fabricante para garantizar un rendimiento óptimo.
2. Pruebe su agua:
- Considere la posibilidad de analizar el agua para determinar los niveles de químicos permanentes y arsénico en el agua del grifo. Esto le ayudará a decidir cuál es la filtración adecuada o fuentes de agua alternativas si es necesario.
3. Consumir agua embotellada:
- Si le preocupa beber agua del grifo, considere cambiar a agua embotellada de una fuente confiable. Busque marcas que se sometan a rigurosos procesos de prueba y purificación para garantizar la ausencia de contaminantes nocivos.
4. Evite fuentes de contaminación:
- Tenga en cuenta las posibles fuentes de contaminación cerca de su hogar o fuente de agua, como sitios industriales, escorrentías agrícolas o instalaciones de eliminación de desechos.
- Si conoce algún peligro potencial, consulte con las autoridades locales o expertos para evaluar los riesgos y tomar las medidas adecuadas.
5. Apoye iniciativas de tratamiento de agua:
- Abogar y apoyar iniciativas locales destinadas a mejorar la infraestructura de tratamiento de agua y crear conciencia sobre los problemas de calidad del agua. Esto ayuda a promover acciones y soluciones colectivas.
6. Infórmese:
- Manténgase informado sobre los riesgos potenciales asociados con los químicos permanentes y el arsénico accediendo a fuentes de información confiables, como agencias gubernamentales e instituciones científicas.
7. Manténgase proactivo:
- Monitorear periódicamente los informes, avisos y alertas sobre la calidad del agua emitidos por las empresas de agua locales o los organismos reguladores. Esto lo mantiene actualizado sobre cualquier posible cambio o inquietud relacionada con el agua potable.
8. Considere fuentes de agua alternativas:
- Si existen preocupaciones constantes sobre la presencia de químicos permanentes o arsénico en el agua del grifo, investigue fuentes de agua alternativas, como la recolección de agua de lluvia, manantiales naturales o pozos excavados (con pruebas y tratamiento adecuados).
9. Abogar por el cambio:
- Colaborar con funcionarios electos, organizaciones ambientales y autoridades de gestión del agua para abogar por regulaciones más estrictas, esfuerzos de remediación y un mejor monitoreo de las fuentes de agua potable.