Los coeficientes y los subíndices son componentes esenciales al escribir compuestos o ecuaciones de fórmula química a mano. Un coeficiente, que refleja el número de moléculas en una sustancia dada, es un número colocado delante de la abreviatura de una molécula dada. Sin embargo, un subíndice que refleja la contribución atómica de cada elemento a una molécula dada aparece después o entre las abreviaturas elementales y, por lo general, es de menor tamaño y se establece debajo de la línea de tipo.
Ejemplo de coeficiente
La ecuación química para la creación de moléculas de agua, o H2O, es uno que usa coeficientes. En esta ecuación, dos moléculas de hidrógeno, o 2H2, se unen con dos moléculas de oxígeno, o 2O2, para producir dos moléculas de agua, o 2 H2O. Como lo ilustra este ejemplo, el uso de coeficientes permite tener en cuenta el número de cada molécula incluida en una reacción química, así como un medio para equilibrar las ecuaciones químicas y determinar los reactivos limitantes en una ecuación dada. Por ejemplo, esta reacción, escrita completamente como 2H2 + 2O2 \u003d 2H2O, muestra que el hidrógeno y el oxígeno deben estar presentes en proporciones iguales para maximizar la cantidad de moléculas de agua producidas.
Ejemplo de subíndice
La fórmula para hornear soda, o NaHCO3, da un ejemplo de subíndice. Como refleja esta fórmula, hay un átomo de cada uno de los elementos de sodio, o Na, hidrógeno o H, y carbono, o C. El subíndice de 3 que sigue al símbolo de oxígeno, u O, revela que tres átomos de oxígeno son necesarios para que cada átomo de Na, H y C produzca una molécula completa de bicarbonato de sodio.