El hielo puede ser esencial para disfrutar de un caluroso día de verano, un largo viaje o una fiesta al aire libre. Si tiene que mantener su hielo sólido y no tiene un refrigerador, puede hacer el suyo usando una caja de cartón con papel de aluminio, un aislante como tela y un poco de pegamento.
1. Cubra una caja con papel de aluminio
Adquiera una caja de cartón o plástico para contener su hielo. El tamaño de la caja dependerá de la cantidad de hielo que necesite transportar. Cubra todos los lados de la caja, incluida la tapa, con papel de aluminio. Haga que el lado brillante del papel de aluminio esté alejado de la caja, ya que reflejará más luz que el lado opaco. Pegue la lámina en su lugar. La naturaleza reflectante del papel de aluminio evitará que el calor y la luz penetren en la caja, manteniendo el hielo seguro.
2. Cubra la caja con espuma o tela
Cubra el interior de la caja con espuma o espesa tela, como el nylon. Los materiales gruesos aislarán la caja, evitando que se filtre el frío del hielo. Esto mantendrá el interior de la caja a la misma temperatura que el hielo durante un período de tiempo más largo.
3. Selle la caja de hielo
Selle la caja por completo. Envuelva más papel de aluminio alrededor de la parte superior y las costuras de la caja para evitar la entrada de calor. No abra la caja nuevamente a menos que tenga la intención de extraer el hielo. Esta caja mantendrá el hielo seguro durante al menos cuatro horas, con una fusión limitada.
Mantenga el recipiente fuera de la luz solar directa tanto como sea posible para disminuir las posibilidades de fusión. Mientras más hielo u otras sustancias frías ponga en la caja, más tiempo la caja mantendrá una temperatura interna baja.