La extracción es uno de los procedimientos más comunes en la química orgánica, y a menudo se realiza para eliminar un solvente orgánico del agua. Para efectuar la extracción, los dos solventes deben ser inmiscibles, lo que significa que ninguno de los dos se disuelve en el otro. Luego forman dos capas: una capa orgánica y una acuosa (a base de agua) que se puede separar mecánicamente. El lavado de la capa orgánica con carbonato de sodio ayuda a separarlo de la solución acuosa. El cloruro de metileno, que es un componente de los removedores de pintura, es un compuesto que a menudo se aísla con este método.
Eliminación de material alcalino
A veces, la capa orgánica, cuando se deriva de una solución ácida, debería lavarse con carbonato de sodio, que es una base. En esta reacción se forma una sal que es soluble en agua y se lavará con la fase acuosa.
Manteniendo las dos capas separadas
Lavar la capa orgánica con carbonato de sodio ayuda a disminuir la solubilidad de la capa orgánica en la capa acuosa. Esto permite que la capa orgánica se separe más fácilmente.
Separación de una mezcla homogénea
Si la capa orgánica y la acuosa están en una mezcla homogénea (una en la que los disolventes están uniformemente dispersos), entonces el carbonato de sodio puede ser efectivo para separar las dos capas.