La homeostasis es la capacidad natural del cuerpo de mantener un equilibrio entre los muchos procesos y funciones que se llevan a cabo para garantizar que los humanos y otros organismos funcionen a un nivel óptimo. Las áreas más primitivas y cruciales del cuerpo están controladas por condiciones homeostáticas. Cosas como el equilibrio, la frecuencia cardíaca, la acidez de la sangre y la temperatura corporal son importantes y cualquier discrepancia repentina puede ser potencialmente letal. La homeostasis previene esto.
La temperatura corporal
Mantener una temperatura corporal ideal es crucial para el cuerpo, ya que ayuda a evitar que mueran las proteínas y las células. Las células y los órganos internos pueden funcionar solo dentro de una temperatura corporal muy estrecha. Los procesos de homeostasis controlan los procesos metabólicos que producen calor, lo que ayuda a controlar la cantidad de calor liberado por las diferentes reacciones en el cuerpo. La homeostasis ayuda a mantener una temperatura corporal ideal en todo momento, lo que a su vez mantiene las células y los órganos del organismo funcionando independientemente de las temperaturas externas.
Acidez de la sangre
Es importante que los niveles de pH de la sangre una constante de 7.4, ya que esto permite que las células y los orgánulos del cuerpo funcionen de manera óptima. Principalmente dos conjuntos de órganos en el cuerpo, los pulmones y los riñones, controlan el pH de la sangre. Los pulmones regulan el pH de la sangre al eliminar el dióxido de carbono de la sangre y cargarlo con oxígeno, mientras que los riñones regulan la acidez de la sangre al eliminar los desechos ácidos del torrente sanguíneo. Los sistemas de amortiguación homeostática también contrarrestan las caídas agudas y repentinas en los niveles de pH, asegurando que su efecto no sea tan significativo.
Presión sanguínea
Mecanismos homeostáticos en las regiones inferiores del cerebro estabilizan la presión sanguínea a través de positivos y retroalimentación negativa. Los receptores de presión en todo el cuerpo envían comentarios al cerebro. Cuando la presión es demasiado alta, los receptores de presión envían una retroalimentación negativa, lo que hace que disminuya la frecuencia cardíaca. Cuando la presión arterial es demasiado baja, los receptores de presión envían una retroalimentación positiva, lo que hace que aumente la frecuencia cardíaca. Todo este proceso asegura que la presión a la que se bombea la sangre es constante y cumple con las demandas del cuerpo.
Frecuencia cardíaca
Las condiciones homeostáticas en el cerebro ayudan a controlar la frecuencia cardíaca para garantizar que el cuerpo el medio ambiente permanece constante. La frecuencia cardíaca depende de la cantidad de oxígeno presente en el torrente sanguíneo y el cerebro usa ciertas hormonas para aumentar o disminuir la cantidad de oxígeno dentro del cuerpo, lo que a su vez controla el ritmo cardíaco. Para aumentar la frecuencia cardíaca, la glándula pituitaria dentro del hipotálamo del cerebro libera adrenalina. La presencia de adrenalina en el torrente sanguíneo causa una respuesta autoinmune dentro del cuerpo y el cuerpo aumenta su demanda de oxígeno. Para disminuir la frecuencia cardíaca, el cerebro liberará acetilcolina en el torrente sanguíneo, lo que hace que los músculos del corazón se contraigan, lo que disminuye la frecuencia cardíaca.