Una nueva familia de compuestos de osmio con reactividad química dentro de la célula cancerosa. Crédito:Scixel
El cáncer es una enfermedad compleja, y como tal, no hay una única forma de abordarlo. Si bien los tratamientos contra el cáncer están evolucionando hacia procedimientos personalizados, en la mayoría de los casos, todavía se requieren tratamientos de quimioterapia estándar. En quimioterapia, se utilizan medicamentos de platino como el cisplatino (aprobado hace 42 años por la FDA), matando células cancerosas y sanas y causando efectos secundarios no deseados. A este respecto, Hay mucho margen de mejora para los tratamientos clínicos.
Actualmente se están investigando nuevos candidatos a fármacos basados en compuestos organometálicos para ver cómo se pueden activar (luz, pH) e intervienen específicamente solo en los procesos de las células cancerosas (por ejemplo, que afectan el metabolismo de las células cancerosas).
El Grupo de Metalodrogas de IMDEA Nanociencia, dirigido por la Dra. Ana Pizarro, se centra en explotar la naturaleza peculiar de los metales de transición y los tipos únicos de interacciones químicas que estos metales pueden llevar a cabo dentro de la célula. Esta singularidad de las drogas a base de metales, en combinación con los conocimientos actuales en biología molecular, permite el desarrollo de nuevos compuestos para quimioterapias más específicas y dirigidas como un paso natural hacia adelante.
En su reciente Ciencia química publicación, Pizarro y sus colaboradores estudian las posibilidades del osmio (Os) para modificar la maquinaria de las células cancerosas. Estos compuestos están en gran parte inexplorados debido a su aparente inercia. El grupo vio la oportunidad de aprovechar esta inercia para controlar su reactividad en la célula. Descubrieron la reactivación sin precedentes de un compuesto de osmio en solución acuosa mediante la introducción en la estructura de un alcohol terminal colgante que proporciona al complejo un perfil de reactividad completamente nuevo.
Los arenos de osmio suelen generar especies inactivas debido a la acidez del metal. El Os-OH desencadena un reordenamiento intramolecular que culmina en la unión del oxígeno colgante al centro metálico (formación de un complejo anclado cerrado), protegiendo así el complejo contra la inactivación irreversible; la especie de osmio que de otro modo no sería reactiva se reactiva gracias al alcohol inmovilizado.
"Los metales de transición en general pueden ser promiscuos; intentan atrapar todos los átomos que los rodean. Pensamos que podríamos aprovechar la inercia inherente del osmio para ajustar su reactividad basada en metales, "dice el Dr. Pizarro." Si vamos a crear herramientas útiles para manipular la célula cancerosa, debemos aprovechar este delicado equilibrio entre la reactividad del metal y la inercia, exclusivo de los organometálicos ".
La actividad de los compuestos de osmio se probó en células de cáncer de mama in vitro. Se encontró que estos compuestos ayudan a convertir el piruvato en lactato, ambos son metabolitos esenciales en el intrincado metabolismo de la célula cancerosa.
Esta investigación fundamental se suma al conocimiento de los compuestos organometálicos que modulan la maquinaria celular para combatir el cáncer. El grupo Pizarro ha demostrado que los compuestos de osmio pueden ser candidatos para modular el equilibrio lactato / piruvato dentro de las células humanas, un aspecto crucial de la progresión del cáncer.