Crédito:Consejo Estadounidense de Ciencia y Salud
La contaminación ambiental con metales pesados es a menudo el resultado de varios tipos de procesos industriales. Debido a que los metales pesados pueden ser peligrosos para los seres humanos y otros animales salvajes, los sitios contaminados deben limpiarse. No es fácil. Los métodos de extracción química pueden introducir diferentes tipos de contaminantes en el medio ambiente.
La biorremediación, que utiliza organismos biológicos para limpiar áreas contaminadas, es un área de investigación candente. Algunas plantas pueden absorber metales pesados de forma natural sin efectos nocivos, pero las plantas no siempre crecen lo suficiente como para absorber toda la contaminación. Además, las plantas no se pueden usar para limpiar agua contaminada.
Entonces, Los científicos han optado cada vez más por utilizar las técnicas de la biotecnología para crear microbios modificados genéticamente capaces de engullir la contaminación. El último ejemplo de esto fue descrito por un equipo de investigadores rumanos y noruegos en la revista Microbiología y Biotecnología Aplicadas .
Los investigadores crearon nuevos genes que codifican proteínas que constan de tres partes:(1) un ancla de la membrana celular; (2) proteína verde fluorescente; y (3) uno de los tres tipos de péptidos que se unen a metales. Cuando estos nuevos genes se expresaron en Saccharomyces cerevisiae (la levadura de panadería común), las nuevas proteínas adheridas al lado interno de la membrana celular y brillaban de color verde. (Ver figura modificada. El brillo verde era necesario para que los investigadores verificaran la ubicación de las proteínas en la célula).
Crédito:Brian Stansberry / Wikipedia
Luego, Se probó la capacidad de las levaduras modificadas para absorber varios tipos de metales. Las levaduras modificadas con un péptido de unión a metales compuesto de aspartato y glutamato fueron las mejores para adsorber iones de cobre y manganeso; los péptidos de cisteína fueron los mejores para adsorber iones cadmio y plata; y los péptidos de histidina eran más hábiles para adsorber iones de cobalto y níquel. Las cepas de mejor rendimiento pudieron eliminar aproximadamente el 80% de sus respectivos iones metálicos.
El siguiente paso, si los autores deciden seguirlo, sería probar la capacidad de las levaduras modificadas para funcionar en un entorno más útil, como una planta de tratamiento de agua o un sitio de contaminación real. También, deberán determinar la mejor manera de recolectar (y desechar) las células de levadura después de que hayan acumulado los metales tóxicos.
La historia apareció originalmente en www.acsh.org/news/2017/07/14/g… etal-pollution-11561.