Estas estrellas masivas acaban con sus vidas en una explosión catastrófica conocida como supernova. Durante una supernova, el núcleo de la estrella colapsa bajo su propia gravedad, liberando una enorme cantidad de energía. Esta energía hace que las capas exteriores de la estrella sean expulsadas al espacio, formando un remanente de supernova.
Si el núcleo de una estrella masiva tiene más de tres veces la masa del Sol, colapsará para formar un agujero negro. Un agujero negro es una región del espacio-tiempo con una fuerza gravitacional tan intensa que nada, ni siquiera la luz, puede escapar de ella. El límite de un agujero negro se llama horizonte de sucesos. Todo lo que cruza el horizonte de sucesos, incluida la luz, queda atrapado dentro del agujero negro y no puede escapar.