La formación de las primeras estrellas es un tema de investigación y modelización en curso en cosmología y astrofísica. El consenso científico actual es que las primeras estrellas probablemente se formaron varios cientos de millones de años después del Big Bang, en un momento en que el universo estaba lleno de gas primordial compuesto principalmente de hidrógeno y helio. Sin embargo, detectar y caracterizar directamente estas primeras estrellas sigue siendo una tarea desafiante debido a su extrema debilidad y distancia.
JWST, con su sensibilidad y capacidades infrarrojas sin precedentes, ha permitido a los astrónomos observar algunos de los objetos más distantes y débiles del universo, incluidas galaxias que existieron hace más de 13 mil millones de años. Se cree que estas galaxias se encuentran entre las primeras formadas en el universo, pero todavía están compuestas por generaciones posteriores de estrellas en lugar de las primeras estrellas.
Identificar las primeras estrellas del universo requiere un análisis detallado y una interpretación de las observaciones de múltiples telescopios e instrumentos, incluido el JWST, el Telescopio Espacial Hubble y próximas misiones como el Telescopio Espacial Romano Nancy Grace. Los científicos utilizan diversas técnicas, como el estudio de la composición química, la temperatura y la morfología de galaxias distantes, para inferir la presencia y las características de las estrellas más tempranas.
En general, si bien JWST ha hecho contribuciones significativas a nuestra comprensión del universo primitivo, la búsqueda de las primeras estrellas sigue siendo un esfuerzo científico en curso, y aún puede ser necesario tiempo y mayores avances en tecnología para identificar y estudiar de manera concluyente estos objetos celestes primordiales.