Sin embargo, los astrónomos han logrado recientemente un gran avance en nuestra comprensión de los agujeros negros. Han descubierto que es posible alimentar un agujero negro mediante un proceso llamado "acreción". La acreción ocurre cuando la materia cae dentro de un agujero negro desde su entorno. Esta materia puede provenir de diversas fuentes, como estrellas, nubes de gas e incluso otros agujeros negros.
A medida que la materia cae en el agujero negro, gira en espiral hacia adentro y acelera bajo la influencia de la gravedad del agujero negro. La fricción entre las partículas de materia genera calor, lo que hace que la materia brille intensamente. Esta región brillante se llama disco de acreción.
El disco de acreción es un entorno muy dinámico. La materia en el disco se calienta y enfría constantemente y puede volverse muy turbulenta. Esta turbulencia puede provocar la formación de chorros de plasma que son expulsados del agujero negro a velocidades cercanas a la velocidad de la luz.
El descubrimiento de la acreción ha permitido a los astrónomos aprender mucho sobre los agujeros negros. Por ejemplo, ahora sabemos que los agujeros negros pueden aumentar de tamaño acumulando materia de su entorno. También sabemos que la acreción puede impulsar algunos de los objetos más brillantes del universo, como los núcleos galácticos activos y los cuásares.
El estudio de la acreción aún se encuentra en sus primeras etapas, pero ya nos está proporcionando una nueva comprensión de los agujeros negros y su papel en el universo.