Las nanopartículas pueden suponer un riesgo para la salud humana si se inhalan, ingieren o entran en contacto con la piel. Algunas nanopartículas pueden ser tóxicas para las células y también pueden acumularse en el cuerpo y causar problemas de salud a largo plazo.
Los métodos actuales de tratamiento de agua no están diseñados para eliminar nanopartículas. Los procesos convencionales de tratamiento de agua, como la filtración y la desinfección, no son eficaces para eliminar partículas de tamaño inferior a cierto tamaño. Las nanopartículas suelen ser mucho más pequeñas que los poros de los filtros de agua y también pueden sobrevivir a los procesos de desinfección.
Como resultado, las nanopartículas pueden pasar a través de plantas de tratamiento de agua y llegar al suministro de agua potable. Existe una creciente preocupación por los riesgos potenciales para la salud de las nanopartículas en el agua potable, y se están realizando investigaciones para desarrollar nuevos métodos de tratamiento del agua que puedan eliminar las nanopartículas.
Algunos métodos potenciales para eliminar nanopartículas del agua incluyen:
* Filtración por membrana: Este proceso utiliza una membrana con poros muy pequeños para eliminar físicamente las partículas del agua.
* Adsorción de carbón activado: Este proceso utiliza carbón activado para adsorber partículas del agua.
* Coagulación química: Este proceso utiliza productos químicos para hacer que las partículas se aglutinen y puedan eliminarse mediante filtración.
* Oxidación: Este proceso utiliza productos químicos para oxidar las nanopartículas para que puedan eliminarse mediante filtración.
Estos métodos aún se encuentran en las primeras etapas de desarrollo y se necesita más investigación para determinar su eficacia y rentabilidad.