El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de California en Berkeley, encontró que los plásticos no son tan rígidos como pensábamos. De hecho, son un poco gomosos, lo que podría allanar el camino para mejores productos. Los investigadores creen que esta propiedad gomosa podría aprovecharse para crear nuevos materiales que sean más flexibles y resistentes a los daños.
Los investigadores utilizaron una técnica llamada microscopía de fuerza atómica para medir las propiedades mecánicas de los plásticos. Descubrieron que los plásticos no son tan rígidos como pensábamos. De hecho, se parecen más al caucho, que es un material flexible que se puede estirar y comprimir.
Esta propiedad gomosa podría aprovecharse para crear nuevos materiales que sean más flexibles y resistentes a los daños. Por ejemplo, los plásticos podrían usarse para fabricar parachoques de automóviles que tienen más probabilidades de absorber impactos sin romperse. También podrían usarse para fabricar envases de alimentos que sean más flexibles y menos propensos a romperse.
Los investigadores creen que este descubrimiento podría conducir al desarrollo de nuevos plásticos más resistentes y flexibles. Esto podría abrir nuevas posibilidades para el uso de plásticos en una amplia variedad de productos.
El estudio fue publicado en la revista Science.