El batido de oro, una antigua artesanía iniciada por los antiguos artesanos egipcios hace más de cinco milenios, implica el adelgazamiento meticuloso del oro a granel hasta convertirlo en hojas parecidas a una gasa. A lo largo de la historia, este intrincado proceso ha adornado varias obras maestras, como las tumbas de Tebas y Saqqara, y ha consolidado su lugar en el arte y los adornos de todas las culturas.
Hoy en día, el oro a nanoescala se utiliza no sólo para decorar postres elegantes, sino que también es indispensable para aplicaciones modernas que van desde la microelectrónica hasta la nanomedicina.
Reduciendo la brecha entre las artes antiguas y la tecnología moderna, investigadores de la Universidad del Sur de Florida, la Universidad de Clemson y la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign han descubierto que incluso los lingotes de oro nanoscópicos pueden comprimirse en formas de hojas 2D, replicando el antiguo proceso de goldbeating, pero a nanoescala.
"Estábamos intrigados por la idea de tomar prestadas artesanías antiguas para procesos modernos de nanofabricación", dijo el investigador Michael Cai Wang, profesor asistente de Ingeniería Mecánica en la USF. "La capacidad de fabricar películas delgadas 2D a partir de nanopartículas abre nuevas fronteras en la nanotecnología y la ciencia de los materiales, a medida que buscamos formas ecológicas de diseñar oro en la USF".
El artículo publicado recientemente por los investigadores en PNAS Nexus , "Nanoscale Goldbeating:Solid-State Transformation of 0D and 1D Gold Nanoparticles to Anisotropic 2D Morphologies", explora y ofrece información sobre el mundo de la deformación metálica a nanoescala y la formación de hojas en 2D. Los conocimientos adquiridos a partir de este estudio pueden conducir al desarrollo de una amplia gama de nanocristales y nanometales, allanando el camino para interesantes aplicaciones futuras en energía renovable, computación cuántica y nanomedicina.