1. Falta de atmósfera: La luna tiene una atmósfera muy delgada, prácticamente un vacío. Esto significa que no hay aire para atrapar el calor del sol durante el día o para aislar la superficie por la noche.
2. Rotación lenta: La luna gira muy lentamente, tardando aproximadamente 27.3 días en completar una rotación. Esto significa que un lado de la luna mira el sol durante unos 14 días de la Tierra, mientras que el otro lado se aleja del sol durante la misma cantidad de tiempo.
3. Inercia térmica baja: La superficie de la luna está hecha de rocas y polvo, que tienen baja inercia térmica. Esto significa que se calientan rápidamente al sol, pero también se enfrían rápidamente a la sombra.
4. Ausencia de nubes y agua: La luna carece de nubes o cuerpos de agua, lo que ayudaría a moderarse temperaturas reflejando la luz solar y almacenar calor.
Así es como estos factores contribuyen a los cambios de temperatura extrema:
* Calefacción diurna: La superficie lunar absorbe directamente la energía del sol durante 14 días de tierra, lo que lleva a temperaturas extremadamente altas, alcanzando hasta 127 ° C (261 ° F).
* Enfriamiento nocturno: A medida que la luna gira y el lado iluminado por el sol se aleja, la superficie irradia el calor hacia el espacio sin ningún aislamiento atmosférico. Esto hace que la temperatura se desplome a una fría -173 ° C (-279 ° F).
En resumen: La ausencia de una atmósfera, la rotación lenta, la baja inercia térmica y la falta de nubes y el agua contribuyen a los cambios de temperatura extrema entre el día y la noche en la luna.