Una vez que se agote el combustible de hidrógeno del núcleo, el Sol evolucionará hasta convertirse en una gigante roja, durante la cual quemará elementos más pesados, como helio, carbono y oxígeno, durante unos miles de millones de años.
Con el tiempo, el núcleo colapsará y formará una enana blanca, un remanente denso y caliente de la estrella original que se enfriará gradualmente a lo largo de miles de millones de años.
El tiempo que tarda un sol en apagarse, desde su nacimiento hasta la etapa de enana blanca, depende de su masa inicial. Las estrellas más masivas tienen una vida útil más corta porque queman su combustible más rápidamente.