Los patrones de lluvia en la Tierra están influenciados principalmente por diversos factores atmosféricos, como las direcciones predominantes del viento, las masas de aire y la circulación general de la atmósfera. Además, factores geográficos como las cadenas montañosas, las corrientes oceánicas y la proximidad a grandes masas de agua también pueden afectar significativamente la distribución de las precipitaciones.