"La presión aplicada a un fluido cerrado se transmite sin disminuir a cada punto del fluido y a las paredes del contenedor".
En términos más simples, esto significa que si aplica presión a un fluido en un recipiente cerrado, esa presión se distribuirá uniformemente en todo el fluido y contra las paredes del contenedor.
Este principio tiene muchas aplicaciones prácticas, como en sistemas hidráulicos, donde una pequeña fuerza aplicada a un área pequeña puede amplificarse para crear una fuerza mayor sobre un área más grande.