"La órbita de cada planeta es una elipse con el sol en uno de los dos focos".
Prueba:
Kepler no llegó a esta ley a través de una prueba matemática formal. Lo derivó de observaciones meticulosas del planeta Marte por su predecesor, Tycho Brahe. Durante muchos años, Brahe recopiló datos increíblemente precisos sobre la posición de Marte, y Kepler analizó minuciosamente estos datos. Su análisis reveló que la órbita de Marte no era un círculo perfecto, como se creía anteriormente, sino una elipse.
Cómo contribuyó a comprender el movimiento planetario:
* superó las órbitas circulares: La primera ley de Kepler destrozó la larga creencia de que los planetas se movían en órbitas circulares perfectas alrededor del sol. Esta fue una desviación significativa del modelo geocéntrico prevaleciente del universo, donde la Tierra era el centro.
* Mecánica celestial simplificada: Al reconocer que las órbitas planetarias son elipses, Kepler proporcionó una descripción más simple y precisa del movimiento celestial. Pavimentó el camino para una comprensión más profunda de la gravedad y las fuerzas que gobiernan los movimientos planetarios.
* Fundación para la Ley de Gravedad de Newton: Las leyes de Kepler fueron fundamentales en el desarrollo de Isaac Newton de la Ley de Gravitación Universal. Newton reconoció que las órbitas elípticas observadas por Kepler podrían explicarse por una ley de gravedad inversa cuadrada, que establece que la fuerza de atracción entre dos objetos es proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre ellos.
En resumen: La primera ley de Kepler, aunque no se probó formalmente a través de la deducción matemática, se derivó de una cuidadosa observación y análisis del movimiento planetario. Este descubrimiento innovador cambió fundamentalmente nuestra comprensión del universo, allanando el camino para los descubrimientos posteriores de Newton y estableciendo las bases para nuestra comprensión actual de la mecánica celestial.