Ondas infrasónicas Tienen frecuencias muy bajas, normalmente por debajo de 20 Hz. A menudo son generados por fenómenos naturales, como terremotos, volcanes y avalanchas. Las ondas infrasónicas también pueden ser producidas por fuentes artificiales, como grandes maquinarias y turbinas eólicas. Las ondas infrasónicas no son audibles para los humanos, pero aún pueden sentirse y se sabe que causan efectos físicos y psicológicos, como náuseas, mareos y ansiedad.
Ondas ultrasónicas Tienen frecuencias muy altas, normalmente por encima de 20 kHz. A menudo se utilizan en aplicaciones industriales, como limpieza, soldadura e imágenes médicas. Las ondas ultrasónicas no son audibles para los humanos, pero pueden ser detectadas por animales como murciélagos, perros y gatos. Las ondas ultrasónicas también se pueden utilizar para la comunicación, como en los sistemas de comunicación submarinos y de sonar.
En resumen, la diferencia entre ondas infrasónicas y ultrasónicas radica en sus frecuencias. Las ondas infrasónicas tienen frecuencias muy bajas y suelen generarse por fenómenos naturales, mientras que las ondas ultrasónicas tienen frecuencias muy altas y suelen utilizarse en aplicaciones industriales y sistemas de comunicación.