Después de una pausa de cinco años, en la tarde del 26 de septiembre, los iones de plomo colisionaron en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) con una energía sin precedentes de 5,36 TeV por par de nucleones (protones o neutrones) y una tasa de colisión seis veces mayor que la antes.
El último haz de iones de plomo de este último experimento de iones pesados se arrojó temprano en la mañana del 30 de octubre, después de un "apagado" forzado del imán, llevado a cabo para comprender mejor la cantidad de energía depositada a la que los imanes superconductores del LHC pierden su capacidad superconductora. estado. Esta mejor comprensión de la máquina LHC ayudará a aumentar aún más la tasa de colisiones de iones pesados en un futuro próximo.
Para este tan esperado experimento con iones pesados, junto con parámetros de haz mejorados, el experimento ALICE (el especialista en iones pesados del LHC) utilizó su detector significativamente mejorado con electrónica de lectura continua. Esto significa que ahora se pueden registrar todas y cada una de las colisiones y, por lo tanto, están disponibles para el análisis físico, mientras que, en el pasado, solo se podía seleccionar una fracción de las colisiones para el registro.
Esta lectura continua se logró renovando el detector de la cámara de proyección del tiempo (TPC) del experimento y actualizando la electrónica de lectura de todos los detectores. Además, el nuevo detector del sistema de seguimiento interno (ITS), que se basa en una tecnología de píxeles de silicio altamente granular, proporciona imágenes nítidas de las colisiones con sus 10 m 2 de área de silicio activo y casi 13 mil millones de píxeles dentro del volumen del detector tridimensional.
El espectacular aumento resultante en la velocidad de datos se vio facilitado por el despliegue de una nueva infraestructura informática para el procesamiento de datos en línea. Esta infraestructura incluye una nueva granja de procesamiento de datos que envía los datos producidos por el experimento directamente al Centro de Datos del CERN, ubicado a unos cinco kilómetros de ALICE, a través de una conexión de fibra óptica de alta velocidad dedicada que tuvo que establecerse para hacer frente al aumento de datos. tarifa.