1. Conciencia fonémica: Los niños comienzan por desarrollar la conciencia fonémica, que es la capacidad de reconocer y manipular los sonidos individuales (fonemas) en el lenguaje hablado. Esto implica distinguir entre diferentes sonidos y comprender cómo se combinan para formar palabras.
2. Fonética: Los niños aprenden fonética, que es la conexión entre las letras y los sonidos que representan. Comienzan aprendiendo las correspondencias básicas entre letras y sonidos y gradualmente desarrollan su conocimiento de reglas fonéticas más complejas.
3. Palabras vistas: Los niños encuentran palabras de alta frecuencia, o "palabras reconocibles a la vista", que aparecen comúnmente en los textos. Memorizan la ortografía y pronunciación de estas palabras, evitando la necesidad de decodificarlas fonéticamente.
4. Fluidez: A medida que los niños dominan las habilidades básicas de decodificación, desarrollan fluidez, que es la capacidad de leer con fluidez y precisión a buen ritmo. Esto implica reconocer palabras rápidamente, agruparlas en frases significativas y comprender el flujo general del texto.
5. Desarrollo de vocabulario: Los niños amplían su vocabulario al encontrar nuevas palabras durante la lectura y aprender sus significados a partir del contexto, la instrucción directa o las discusiones.
6. Comprensión: Los niños desarrollan habilidades de comprensión a medida que aprenden a comprender lo que leen. Esto implica hacer inferencias, establecer conexiones, analizar información y resumir las ideas principales del texto.
7. Práctica de lectura silenciosa: Los niños hacen una transición gradual a la lectura silenciosa a medida que adquieren mayor dominio en la decodificación, la fluidez y la comprensión. La lectura silenciosa les permite concentrarse en comprender el contenido sin necesidad de vocalizar las palabras.
8. Motivación e interés: La motivación y el interés de los niños por la lectura juegan un papel importante en su progreso en la lectura silenciosa. Proporcionar textos atractivos, crear un entorno de lectura de apoyo y alentar a los niños a leer por placer puede mejorar su disposición y capacidad para leer en silencio.
Es importante señalar que el proceso de aprender a leer en silencio es gradual y varía entre los niños. Algunos pueden progresar a ritmos diferentes y requieren más apoyo y práctica que otros. Los maestros, padres y cuidadores pueden desempeñar un papel crucial a la hora de fomentar el amor por la lectura y brindar oportunidades para que los niños practiquen y desarrollen sus habilidades de lectura silenciosa.