La rotación de capital es la tasa a la que se compran y venden los activos. Cuando la tasa de rotación del capital es alta, significa que los activos cambian de manos con frecuencia. Esto puede ayudar a reducir la desigualdad de riqueza porque significa que más personas tienen la oportunidad de poseer activos y beneficiarse de su apreciación.
El modelo muestra que un aumento del 1% en la tasa de rotación de capital puede conducir a una disminución del 10% en la desigualdad de la riqueza. Este es un hallazgo significativo porque sugiere que incluso un pequeño aumento en la tasa de rotación del capital puede tener un impacto importante en la reducción de la desigualdad de la riqueza.
El modelo también muestra que el impacto del aumento de la tasa de rotación de capital es mayor en las primeras etapas del desarrollo económico. Esto se debe a que en las primeras etapas del desarrollo económico existen menos activos y, por lo tanto, un aumento determinado en la tasa de rotación del capital tiene un mayor impacto en la distribución de los activos.
Los hallazgos del modelo sugieren que las autoridades deberían centrarse en políticas que aumenten la tasa de rotación de capital si quieren reducir la desigualdad de la riqueza. Estas políticas podrían incluir medidas para reducir los impuestos a las ganancias de capital, facilitar que las personas inicien negocios y fomentar el flujo de capital de los países ricos a los países pobres.