1. Alta conductividad eléctrica: Los metales tienen una estructura única donde los electrones están unidos libremente a sus átomos. Esto permite que los electrones se muevan libremente por todo el metal, lo que los convierte en excelentes conductores de electricidad. Esta propiedad es crucial para transportar energía eléctrica.
2. Conductividad térmica alta: Los metales también son buenos conductores de calor. Esto significa que pueden transferir la energía térmica de manera rápida y eficiente. Esta propiedad es útil para aplicaciones como intercambiadores de calor, donde la energía debe transferirse entre diferentes medios.