* Conductividad de calor: El hidrógeno tiene una conductividad térmica muy baja. Esto significa que no transfiere muy bien el calor. La razón es que las moléculas de hidrógeno son pequeñas y ligeras, y no interactúan fuertemente entre sí. Esto limita la transferencia de energía térmica a través de colisiones.
* Conductividad eléctrica: El hidrógeno es un conductor de electricidad muy pobre porque no tiene electrones libres que puedan transportar fácilmente una corriente eléctrica. En su estado gaseoso, el hidrógeno existe como moléculas diatómicas (H2) con electrones bien unidos. Estos electrones no se liberan fácilmente para moverse a través del material.
Sin embargo, hay algunas excepciones:
* Hidrógeno metálico: Bajo una presión extremadamente alta, el hidrógeno puede pasar a un estado metálico. En este estado, se convierte en un buen conductor de calor y electricidad debido a la presencia de electrones libres. Este estado es muy difícil de lograr y no se encuentra comúnmente.
* Plasma de hidrógeno: Cuando se ioniza el hidrógeno, se convierte en un plasma. El plasma es un gas altamente ionizado que contiene electrones e iones libres. En este estado, el hidrógeno se convierte en un buen conductor de calor y electricidad.
En general: En su estado gaseoso común, el hidrógeno es un mal conductor de calor y electricidad.