Evidencia directa:
* audición: Este es el indicador más obvio. Nuestros oídos están diseñados para detectar ondas de sonido y convertirlas en señales eléctricas que nuestro cerebro interpreta como sonido.
* vibraciones: El sonido es una vibración que viaja a través de un medio (como el aire, el agua o los sólidos). Puede sentir estas vibraciones en su pecho o incluso en objetos si el sonido es lo suficientemente fuerte.
* Evidencia visual: Las ondas de sonido a veces se pueden visualizar, especialmente a altas amplitudes. Por ejemplo, puede ver vibrar un cono de altavoz o un diafragma de micrófono en movimiento.
* Instrumentos: Instrumentos como osciloscopios y micrófonos pueden detectar y medir ondas de sonido.
Evidencia indirecta:
* Cambios en la presión: Las ondas de sonido son variaciones en la presión. Puede notar un cambio de presión en sus oídos cuando ocurre un ruido fuerte.
* Efectos sobre los objetos: Las ondas de sonido pueden hacer que los objetos vibren o incluso se muevan. Por ejemplo, un sonido fuerte puede hacer un sonajero de la ventana.
* distorsiones visuales: Las ondas de sonido pueden causar distorsiones visuales, como aire brillante o objetos en movimiento en la distancia. Esto es más evidente con sonidos de alta intensidad.
Nota importante: La presencia de energía sonora no siempre significa que podamos escucharla. Las ondas de sonido con frecuencias fuera del rango de audición humana (ultrasonido o infrasonida) no son audibles para nosotros, pero aún pueden ser detectados por instrumentos o causar otros efectos.