He aquí por qué:
* Alta densidad de energía: Las grasas contienen más del doble de calorías por gramo que carbohidratos o proteínas. Esto significa que proporcionan una fuente concentrada de energía.
* Almacenamiento de energía a largo plazo: Nuestros cuerpos almacenan grasa como fuente de energía de reserva, a la que se puede acceder durante los períodos de ayuno o actividad física intensa.
* Esencial para la función celular: Las grasas son cruciales para construir y mantener membranas celulares, que son vitales para la comunicación y el transporte celular.
* Producción hormona: Algunas grasas son necesarias para la producción de hormonas importantes, como testosterona, estrógeno y cortisol.
* Absorción de nutrientes: Las grasas ayudan al cuerpo a absorber las vitaminas A, D, E y K, que son esenciales para diversas funciones corporales.
Sin embargo, es importante recordar:
* No todas las grasas son iguales: Si bien las grasas sanas como las grasas insaturadas del aceite de oliva y las nueces son beneficiosas, las grasas saturadas y trans pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca.
* La moderación es clave: Consumir demasiada grasa, especialmente grasas poco saludables, puede conducir a un aumento de peso y otros problemas de salud.
En general, las grasas son una parte vital de una dieta saludable. Elegir los tipos correctos de grasas y consumirlas con moderación es esencial para una salud óptima.