1. Electricidad: Es versátil, fácilmente controlable y se puede usar para una amplia gama de procesos como iluminación, maquinaria, calefacción y enfriamiento.
2. Combustibles fósiles: Esta categoría incluye carbón, petróleo y gas natural. Son abundantes y relativamente baratos, se utilizan principalmente para generar electricidad y alimentar procesos industriales como la fabricación y el transporte.
Mientras que otras fuentes de energía como la energía renovable están ganando tracción, estos dos siguen siendo jugadores dominantes en el consumo de energía industrial.