1. Radiación:
* Cómo funciona: La energía en el núcleo está en forma de fotones de alta energía (rayos gamma). Estos fotones viajan hacia afuera a través del denso plasma caliente del interior del sol. Constantemente chocan con partículas cargadas (iones y electrones), lo que hace que absorban y vuelvan a emitir los fotones en energías más bajas. Este proceso de absorción y reemisión se llama difusión radiativa.
* donde ocurre: Esta zona radiativa se extiende desde el núcleo hasta aproximadamente el 70% del radio del sol.
* Por qué es importante: Este es un proceso muy lento, que lleva millones de años para que los fotones lleguen a las capas externas. La energía se absorbe y resurge constantemente, ralentizando efectivamente el transporte de energía.
2. Convección:
* Cómo funciona: A medida que los fotones llegan a las capas externas, el plasma se vuelve menos denso y más frío. Esto conduce a una situación en la que las capas externas son menos opacas a la radiación. Los fotones ahora pueden viajar más libremente, calentar el plasma y hacer que se eleve. El plasma más frío y denso se hunde hacia abajo para reemplazar el material ascendente, creando un ciclo continuo de convección.
* donde ocurre: La zona de convección se extiende desde aproximadamente el 70% del radio del sol hasta la superficie.
* Por qué es importante: La convección es un proceso mucho más rápido que la radiación. Este rápido movimiento de plasma caliente ayuda a transferir la energía de las capas internas a la superficie de manera mucho más eficiente.
En resumen:
* La energía generada en el núcleo se transporta inicialmente hacia afuera por radiación, que es un proceso lento e ineficiente debido al plasma denso.
* A medida que la energía alcanza las capas externas, se transporta de manera más efectiva por convección, lo que implica el movimiento del plasma caliente.
Este proceso combinado de radiación y convección permite al sol transportar la energía desde su núcleo a su superficie, donde finalmente se irradia al espacio.