* densidad: La densidad es una medida de cuánta masa se empaqueta en un volumen determinado. Los objetos más densos tienen más masa en el mismo espacio.
* Fuerza boyante: Cuando un objeto se sumerge en un fluido, experimenta una fuerza ascendente llamada fuerza boyante. Esta fuerza es igual al peso del fluido desplazado por el objeto.
Así es como la densidad influye en la flotabilidad:
* objeto más denso que fluido: Si un objeto es más denso que el fluido en el que se encuentra, el peso del objeto es mayor que el peso del fluido desplazado. La fuerza boyante no es lo suficientemente fuerte como para contrarrestar el peso del objeto, por lo que el objeto se hunde .
* objeto menos denso que el fluido: Si un objeto es menos denso que el fluido, el peso del objeto es menor que el peso del fluido desplazado. La fuerza boyante es mayor que el peso del objeto, por lo que el objeto flota .
* objeto con la misma densidad que el fluido: Si un objeto tiene la misma densidad que el fluido, el peso del objeto es igual al peso del fluido desplazado. La fuerza boyante equilibra perfectamente el peso del objeto, y permanece suspendida en el fluido.
Ejemplos:
* Una roca en agua: Las rocas son más densas que el agua, por lo que se hunden.
* Un trozo de madera en agua: La madera es menos densa que el agua, por lo que flota.
* un submarino: Un submarino puede controlar su flotabilidad cambiando su densidad a través de tanques de lastre. Al tomar agua, se vuelve más denso y sumidero. Al expulsar el agua, se vuelve menos denso y se levanta.
En resumen, la clave para la flotabilidad es la relación entre la densidad del objeto y la densidad del fluido en el que está.