1. Respiración: Los organismos usan una porción significativa de la energía que consumen para la respiración, que es el proceso de convertir los alimentos en energía utilizable. Esta energía se libera como calor y no se pasa al siguiente nivel trófico.
2. Comida no digerida: No todos los alimentos consumidos son digeridos y absorbidos. Los desechos no digeridos, como las heces, contienen energía que se pierde en el ecosistema.
3. Movimiento y actividad: Los animales gastan la energía en el movimiento, la búsqueda de alimentos y otras actividades. Esta energía se pierde como calor y no se transfiere al siguiente nivel trófico.
4. Conversión ineficiente: La conversión de energía de un nivel trófico a otro no es perfectamente eficiente. Se pierde cierta energía como calor durante el proceso de crecimiento y metabolismo.
5. Muerte y descomposición: Cuando los organismos mueren, su energía no se transfiere directamente al siguiente nivel trófico. En cambio, se libera a través de la descomposición por bacterias y hongos, que se consideran descomponedores.
La regla del 10%: Una regla general, conocida como la regla del 10%, establece que solo alrededor del 10% de la energía de un nivel trófico se transfiere al siguiente. Esto significa que a medida que aumenta los niveles tróficos, la cantidad de energía disponible disminuye significativamente.
Ejemplo:
* Una planta podría capturar 100 unidades de energía del sol.
* Un herbívoro que come la planta solo podría adquirir 10 unidades de energía.
* Un carnívoro que come el herbívoro solo podría obtener 1 unidad de energía.
Consecuencias de la pérdida de energía:
* limita el número de niveles tróficos: La energía decreciente disponible en niveles tróficos más altos limita el número de niveles tróficos que pueden sostenerse en un ecosistema.
* afecta la dinámica web de alimentos: La pérdida de energía influye en los tamaños de población e interacciones de diferentes especies dentro de una red alimentaria.
* Impacta la productividad del ecosistema: La eficiencia de la transferencia de energía determina la productividad general de un ecosistema.
En general, la pérdida de energía entre los niveles tróficos es un principio fundamental de la ecología que da forma a la estructura y la función de los ecosistemas.