1. Respiración: Todos los organismos vivos, incluidas plantas y animales, respiran oxígeno y liberan dióxido de carbono como un subproducto de la respiración. Este proceso es esencial para la producción de energía en las células.
2. Combustión: Los combustibles fósiles ardientes como el carbón, el petróleo y el gas natural liberan dióxido de carbono (y otros gases de efecto invernadero) en la atmósfera. Este es un contribuyente significativo al aumento actual en los niveles de dióxido de carbono atmosférico.
Otros procesos que liberan carbono en la atmósfera incluyen:
* descomposición: Cuando los organismos mueren, se descomponen y liberan dióxido de carbono.
* Erupciones volcánicas: Los volcanes liberan dióxido de carbono y otros gases del interior de la Tierra.
* Deforestation: Reducir los bosques reduce la cantidad de dióxido de carbono absorbido por los árboles.
Es importante tener en cuenta que existe un equilibrio natural entre estos procesos y los procesos que eliminan el carbono de la atmósfera (por ejemplo, fotosíntesis). Sin embargo, las actividades humanas, particularmente la quema de combustibles fósiles, han inclinado este equilibrio, lo que ha llevado a un aumento en los niveles de dióxido de carbono atmosférico y contribuyendo al cambio climático.