El Sol no consume combustible. La energía que aporta el Sol procede de la fusión nuclear que tiene lugar en su núcleo. En la fusión nuclear, los núcleos de los átomos se combinan para formar nuevos núcleos, liberando grandes cantidades de energía. En el caso del Sol, los núcleos de hidrógeno se fusionan para formar núcleos de helio. Al cabo de millones de años, el Sol agotará su combustible de hidrógeno y empezará a quemar elementos más pesados como el helio.