Los principales gases de efecto invernadero responsables de este aumento son el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O). El CO2 es el gas de efecto invernadero más importante y su concentración en la atmósfera ha aumentado más del 40% desde la era preindustrial.
La deforestación también es un factor contribuyente, ya que los árboles absorben CO2 de la atmósfera. Cuando se reducen, el CO2 se libera de nuevo a la atmósfera.
La quema de combustibles fósiles para la generación de electricidad, el transporte y las actividades industriales es el principal contribuyente al calentamiento global. Cuando se queman combustibles fósiles, se liberan a la atmósfera grandes cantidades de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. Estos gases atrapan el calor y provocan el calentamiento del planeta.
Otras actividades humanas, como la agricultura, también contribuyen al calentamiento global.
El calentamiento global tiene una serie de impactos negativos en el medio ambiente, que incluyen:
- Aumento del nivel del mar:a medida que el océano se calienta, se expande y los glaciares se derriten, lo que provoca un aumento del nivel del mar. Esto puede causar inundaciones costeras, erosión y otros daños.
- Fenómenos climáticos más extremos:el calentamiento global también está provocando fenómenos climáticos más extremos, como olas de calor, sequías, inundaciones e incendios forestales. Estos eventos pueden causar daños generalizados y pérdida de vidas.
- Cambios en la vida vegetal y animal:el calentamiento global también está cambiando la distribución de las especies vegetales y animales, y algunas especies están en riesgo de extinción.