1. Señal eléctrica: El proceso comienza con una señal de audio eléctrica, que es una corriente eléctrica variable que representa las ondas sonoras. Esta señal proviene de una fuente como un reproductor de audio, un amplificador o un micrófono.
2. Amplificación: La señal eléctrica suele ser débil, por lo que es necesario amplificarla para proporcionar suficiente potencia para hacer funcionar el altavoz. Un amplificador aumenta la intensidad de la señal preservando su forma de onda.
3. Bobina móvil: La señal eléctrica amplificada se envía a la bobina móvil del altavoz. La bobina móvil es una bobina cilíndrica de alambre suspendida en un campo magnético.
4. Campo magnético: El altavoz tiene un imán permanente o un electroimán que crea un fuerte campo magnético. La bobina móvil se coloca dentro de este campo magnético.
5. Interacción electromagnética: Cuando la señal eléctrica amplificada pasa a través de la bobina móvil, crea un campo magnético fluctuante alrededor de la bobina. Este campo magnético fluctuante interactúa con el campo magnético permanente del altavoz.
6. Vibración mecánica: La interacción entre los dos campos magnéticos genera una fuerza que hace que la bobina móvil se mueva rápidamente hacia adelante y hacia atrás. Esta vibración mecánica es la que crea ondas sonoras.
7. Generación de sonido: La bobina móvil está unida a un diafragma, que es una membrana flexible en forma de cono. A medida que la bobina móvil vibra, hace que el diafragma también vibre. Estas vibraciones del diafragma crean ondas sonoras que viajan por el aire, permitiéndonos escuchar la señal de audio.
8. Reproducción de sonido: Las ondas sonoras generadas por el altavoz viajan por el aire y llegan a nuestros oídos. Nuestros oídos convierten estas ondas sonoras nuevamente en señales eléctricas que el cerebro interpreta como sonido.
En resumen, la conversión de energía eléctrica en energía sonora en un altavoz implica el uso de una señal eléctrica amplificada, una bobina móvil, un campo magnético y un diafragma. La interacción de la señal eléctrica y el campo magnético hace que la bobina móvil y el diafragma vibren, creando ondas sonoras que podemos escuchar.