Cuando un electrón pasa de un nivel de energía más alto (la cuarta capa) a un nivel de energía más bajo (la segunda capa), el átomo pierde energía. Esta energía se emite en forma de fotón de luz.
La energía de un fotón es proporcional a su frecuencia. Cuanto mayor es la frecuencia del fotón, más energía tiene.
La frecuencia de un fotón está determinada por la diferencia de energía entre los dos niveles de energía involucrados en la transición. En este caso, la diferencia de energía entre la cuarta y la segunda capa es relativamente grande, por lo que el fotón emitido tendrá una frecuencia alta.
El color de la luz emitida por un átomo depende de la frecuencia del fotón. Cuanto mayor es la frecuencia del fotón, más corta es la longitud de onda de la luz y más cerca está el color del extremo azul del espectro.
En el caso del electrón que pasa de la cuarta a la segunda capa en el hidrógeno, el fotón emitido tendrá una frecuencia muy alta y estará en la región ultravioleta del espectro.