1. Rompimiento de vínculos: Durante una reacción química, los enlaces entre átomos o moléculas se rompen. La ruptura de enlaces requiere un aporte de energía, que proviene de la energía química almacenada en los reactivos.
2. Formación del Complejo Activado: La ruptura de enlaces conduce a la formación de un estado intermedio inestable y de alta energía llamado complejo activado. Este estado representa la transición entre los reactivos y los productos.
3. Reordenamiento de átomos: En el complejo activado, los átomos o moléculas se reordenan para formar nuevos enlaces. Esta reordenación conduce a la formación de nuevas especies químicas (productos).
4. Liberación de energía: A medida que se forman nuevos enlaces en los productos, se libera energía en diversas formas, incluidas calor y luz. Esta energía liberada es la energía cinética asociada con el movimiento de átomos o moléculas.
5. Movimiento molecular: La energía liberada durante la reacción química hace que los átomos o moléculas de los productos ganen energía cinética. Esto da como resultado un mayor movimiento molecular, que se manifiesta como calor (aumento de temperatura) u otras formas de energía cinética.
6. Efectos macroscópicos: A mayor escala, la conversión de energía química en energía cinética puede dar lugar a efectos observables como el movimiento de objetos (por ejemplo, en motores de combustión) o la generación de electricidad (por ejemplo, en baterías).
En general, la conversión de energía química en energía cinética implica romper enlaces químicos, formar un complejo activado, reorganizar los átomos para formar nuevos enlaces y liberar energía en forma de calor o luz, lo que en última instancia da como resultado el movimiento de átomos o moléculas.