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    Cómo los científicos están ayudando a las ciudades a adaptarse al calor extremo
    Islas de calor urbano

    Las ciudades suelen ser más cálidas que las zonas rurales circundantes, un fenómeno conocido como efecto isla de calor urbana. Esto se debe a una serie de factores, incluida la presencia de edificios, carreteras y otras infraestructuras que absorben y liberan calor, la falta de vegetación que pueda ayudar a enfriar el aire y la generación de calor a partir de actividades humanas como el transporte y industria. El calor extremo puede tener una serie de impactos negativos en las ciudades, entre ellos:

    - Mayor consumo de energía para refrigeración.

    - Enfermedades y muertes relacionadas con el calor.

    - Reducción de la calidad del aire.

    - Daños a la infraestructura

    - Disponibilidad de agua reducida

    Poblaciones vulnerables

    El calor extremo puede ser particularmente peligroso para las poblaciones vulnerables, como los ancianos, los jóvenes, los enfermos y los pobres. Estas poblaciones tienen más probabilidades de tener condiciones de salud que las hacen más susceptibles a enfermedades relacionadas con el calor, y también pueden tener menos acceso a recursos que puedan ayudarles a mantenerse frescos, como el aire acondicionado y el transporte.

    Enfoques científicos para la adaptación al calor extremo

    Los científicos están trabajando en una serie de enfoques para ayudar a las ciudades a adaptarse al calor extremo, que incluyen:

    - Tejados y aceras frescas: Estos materiales reflejan la luz solar y el calor lejos de los edificios y carreteras, lo que ayuda a reducir el efecto de isla de calor urbana.

    - Infraestructura verde: La vegetación puede ayudar a enfriar el aire, reducir la contaminación del aire y proporcionar sombra. La infraestructura verde puede incluir parques, árboles, techos verdes y jardines de lluvia.

    - Planificación urbana: Los edificios pueden diseñarse y orientarse para minimizar la ganancia de calor y las calles pueden diseñarse para promover la circulación del aire.

    - Planes de respuesta a emergencias: Las ciudades deben contar con planes para responder a eventos de calor extremo, incluida la provisión de centros de refrigeración y atención médica.

    Conclusión

    El calor extremo representa una grave amenaza para las ciudades, pero existen varios enfoques científicos que pueden ayudar a las ciudades a adaptarse. Al trabajar juntos, científicos, urbanistas y formuladores de políticas pueden ayudar a que las ciudades sean más resilientes al calor extremo y proteger la salud y la seguridad de los residentes.

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