Cuando los árboles están expuestos a altas temperaturas, producen monoterpenos como una forma de enfriarse. Los monoterpenos son compuestos orgánicos volátiles (COV) que se liberan a la atmósfera, donde pueden transportarse a largas distancias. La cantidad de monoterpenos liberados puede variar según el tipo de árbol, su edad y la intensidad del estrés térmico.
Las emisiones de monoterpenos se pueden medir utilizando una variedad de métodos, incluida la cromatografía de gases, la espectrometría de masas y la colorimetría. Estos métodos se pueden utilizar para medir la concentración de monoterpenos en el aire o en los tejidos vegetales.
Se ha demostrado que las emisiones de monoterpenos son un indicador útil de la salud de los bosques. Los estudios han demostrado que los bosques expuestos al estrés por calor liberan niveles más altos de monoterpenos que los bosques que no están expuestos al estrés por calor. Esto sugiere que las emisiones de monoterpenos se pueden utilizar para monitorear los efectos del cambio climático en los bosques.
Además de su papel en la salud de los bosques, los monoterpenos también desempeñan un papel en la química atmosférica. Los monoterpenos pueden reaccionar con otras sustancias químicas de la atmósfera para formar ozono y otros contaminantes. Estos contaminantes pueden contribuir al smog y otros problemas de calidad del aire.
El estudio de los monoterpenos es un campo complejo y desafiante, pero importante. Al comprender el papel de los monoterpenos en la salud de los bosques y la química atmosférica, podemos proteger mejor nuestro medio ambiente y la salud humana.